martes, 16 de octubre de 2012

Catalunya frívola


Dice Manuel Vicent que la piedra de Sísifo rueda ladera abajo después de que hubiéramos sido capaces de cargarla hasta la cima. Y que la pregunta es hasta qué altura descenderá. Si hasta la década de los 50 del siglo pasado, de los 60...

Como siempre, no son muchos los dispuestos a jugarse el tipo para intentar frenar la piedra a porta gayola, por más que sea la democracia de todos, las libertades de todos y los sueños de todos los que arrastra hacia al abismo. Pero esos varios manojos de radicales, antisistemas, extremistas y violentos ciudadanos que sí tienen el valor de desafiar a las normas y a sus mamporreros, también luchan por los derechos de quienes se quedan en casa. O de quienes salen a las calles pidiendo pasteles cuando ni tienen pan, ni tienen tortas.


El President Artur Mas pone fin a la legislatura más corta de Catalunya reduciendo a niveles de 2006 el gasto por habitante en educación y sanidad; aumentando en tres puntos la tasa del desempleo; convirtiendo a su comunidad en la pionera del copago sanitario; aumentando las listas de espera en hospitales un 41%; aumentando la deuda de 34.697 a 43.954 millones; cerrando centros educativos y sanitarios y despidiendo a miles de funcionarios.

Cuanto menos resulta frívolo que mientras unos hacen frente a la piedra que se despeña, otros dediquen sus esfuerzos en reivindicar un trozo de montaña que, a su lícito juicio, les pertenece.